Antes de empezar a leer, te recomendamos que eches un ojo a las 6 curiosidades anteriores que publicamos la semana pasada.

 

7.  Las copas de más se pagan

En la época de Isabel la Católica ya existían multas de tráfico. No obstante, a todos los carreteros que conducían borrachos se les imponía una multa mayor que por cualquier otra infracción.  Parece ser que en aquellos tiempo ya le daban importancia a castigar a los que se pasaban con el alcohol.

8. Tu carro te puede hacer hereje

En 1.584 el Virrey de Valencia decidió castigar con la excomunión mayor a quien dejase aparcado su carro en las calles por las que pasaban procesiones solemnes. Cabe recordar que en aquella época una excomunión mayor podía suponer un problema grave, sobretodo con la Spanish Inquisition vigilando. 

9. Como dice José Mota, las gallinas que entran por las que salen

Corría el año 1.767 cuando el Rey Carlos III hizo un listado de multas de tráficos que se aplicaban en el camino que había desde Madrid hasta Aranjuez. La recaudación de estas sanciones se utilizaba íntegramente para el arreglo de la ruta.

10. Un STOP un poco macabro

Como ya comentamos en el post anterior, la primera señal de STOP se utilizó en Roma y era una escultura del dios Hermes. La primera señal de STOP moderna se diseñó en Alemania en 1.892, y consistía en una calavera que se iluminaba por las noches. Al parecer los conductores se asustaban un poco (bastante) ante esta simpática señal.

11. Triste pero cierto

A pesar de que en 1.889 hubo un solo muerto por accidente de tráfico en Estados Unidos, la cifra ha aumentado de forma increíble.  Tanto es así que en los últimos 25 años han fallecido en accidentes de tráfico más personas en ese país que entre las dos guerras mundiales, la de Corea y la de Vietnam juntas.

12. El automóvil ha incrementado en gran medida la movilidad

Parece un dato obvio, pero lo que es increíble es observar lo que se tardaba de ir a un lado a otro antes y ahora. Por ejemplo, hasta el siglo XIX se tardaba en viajar de Madrid a Barcelona unas 400 horas (más de 16 días). En 1850, con la llegada de las primeras diligencias este tiempo se redujo hasta las 80 horas. No obstante, este sistema de viaje no resultaba barato, ya que el billete costa la mitad de un sueldo anual medio/alto. Hoy en día te plantas en un sitio u otro en más o menos 6 horas.

Esperemos que os hayan gustado estas curiosidades. Nunca esta de más saber cosas y más aún cuando son tan poco conocidas. Ahora podéis haceros los listos con vuestros amigos, o los interesantes con esa persona que tanto os gusta. No perdáis de vista nuestro blog para conocer más cosas interesantes sobre la conducción y la seguridad vial.

Fuente: autopista.es