Querido #drivers de #AutoescuelaBenidorm, ya explicamos hace no demasiado tiempo cómo afrontar un descenso. En una circulación normal, siempre hay que frenar antes de tomar la curva para tomarla a una velocidad adecuada. Si la curva es amplia, podréis trazarla tocando un poco el freno, pero si es una curva cerrada, lo mejor es meter una marcha corta antes de llegar.

Debes evitar recortar la curva invadiendo el carril contrario. Aunque haya visibilidad, se trata de un hábito peligroso… y prohibido por la normativa, ya que pude dar lugar a colisiones frontales o a bruscos volantazos  que pueden acabar mal. Hay que prestar mucha atención durante la conducción, ya que otros conductores (o vehículos más grandes, como camiones o autobuses) sí que pueden invadir el carril por el que vas, recortando esas curvas cerradas tipo horquilla. Lo mejor es mirar lejos para obtener una buena perspectiva de lo que puede ocurrir para poder reaccionar a tiempo.

En estas ocasiones puedes encontrarte con estos dos términos: subviraje y sobreviraje, que aunque suenen a "chino" debes conocer. Lo primero es saber que, ante estas situaciones, lo más importante es no peder la serenidad y el control, porque esa puede ser la diferencia entre tener un accidente o evitarlo. 

Qué es?

Subviraje: Sucede cuando aumento del radio de giro del tren delantero. Suele ocurrir más con coches de tracción delantera. El vehículo entra a una curva con demasiada velocidad, lo que hace que las llantas delanteras pierdan adherencia a la pista. Es decir, en plena curva, el vehículo ignorará el giro del volante y seguirá de frente, con grandes posibilidades de chocar contra lo que esté en el paso.

Sobreviraje: Aumenta el radio de giro del tren posterior. Sucede cuando la ruedas traseras del coche tienen menos tracción que las delanteras, lo que origina que la parte posterior se deslice de forma lateral, pudiendo producirse el famoso “trompo”. Este fenómeno se ve más en vehículos con tracción trasera, donde el exceso de aceleración en una curva produce efectos distintos a los de tracción delantera.

¿Cómo solucionarlo?

Los pilotos profesionales usan subviraje y sobreviraje para mejorar los tiempos de paso por curva, pero eso requiere dominar sus efectos y consecuencias. Un conductor normal debe enfrentarse  estos problemas de forma radicalmente diferente:

Subviraje: No intentes girar más el volante, pues las llantas delanteras no responderán. Tampoco trates de frenar en seco, de forma brusca, ya que tampoco funcionará.

Debes retirar suavemente el pie del acelerador, para que la parte delantera del coche gane algo de peso. De esta forma ganareis la tracción de las ruedas delanteras y el vehículo podrá girar.

Sobreviraje: Además de los sobrevirajes típicos de las tracciones traseras, suelen ocurrir dan cuando se frena de golpe o se quita el pie del acelerador de repente en plena curva. En estos dos casos el exceso de aceleración no está presente, así que se puede dar tanto en autos de tracción delantera como tracción trasera.

Para controlar el sobreviraje hay que contravolantear: para controlar esta técnica se debe girar el volante poco a poco, y con él se podrá dirigir de nuevo el coche en sentido contrario a la curva. Ayuda también ir desacelerando de forma progresiva.

Esperamos que esta información sea de ayuda en caso de que te encuentres con alguna de estas situaciones.

Fuente: DGT